EL JUNTAPUCHOS, prensa minoritaria

Soy el juntapuchos. Junto los puchos que tira la gente que fuma y que no quiere más. Soy un juntapuchos y también junto el humo de lo que la gente ya se fumó. Junto porquerías, junto porquerías, junto porquerías, junto porquerías. Soy un juntapuchos. Junto palabras después que la gente fumando se las conversó. Y rompiendo filtros voy rescatando aquellas cosas que la gente no se fumó. Pero allá quedaron, sin esfumarse como esas que sí se fumaron y que yo también voy juntando junto a las demás. Soy un juntapuchos. Pero no soy desde un punto de vista por suerte solo intelectual. Soy un juntapuchos. Pero en sentido figurado no me ensucio solo manos y pies. Solo el pensamiento, solo el pensamiento, solo el pensamiento, solo el pensamiento. Junto lo que sobra. Después que alguien pensó sobre algo que luego tal vez olvidó. Soy un juntapuchos. Y fumo las neuronas que murieron y no pueden pensar. Junto las ideas que se quedaron callados por falta de voz, de palabras o por la censura de quien las pensó. Soy un juntaduchos. Hago canciones con restos de acordes usados que no sirven más. Soy un juntapuchosy esas canciones que compongo con los puchos de las demás. Son un buen negocio, son un buen negocio, son un buen negocio, son un buen negocio. Porque las registro a nombre mío y no pueden decirme que es plagio por solo un compás.


++ Fábricas de Papelones

Una vida, un impulso, una asamblea:
La otra Gualeguaychú
El Juntapuchos estuvo cinco días en Gualeguaychú. Allí, con carpa-termo-mate y libreta, registró las vibraciones de una música que crece entre el ruido de los medios de incomunicación. Alguien canta, alguien se presenta, se dice, dice que hoy, que ayer pensaba, que piensa que mañana, alguien canta, alguien agradece, cantando, alquien sueña y se le escucha soñar, alguien recuerda y recuerdan, alguien enseña y se enseñan, se conquista el cielo, la noche, alguien canta, en el medio se proponen, alguien propone (cualquiera, todos y todas son cualquiera), se imaginaron las palabras, las respuestas, ¿quién conquistó a quién: la gente a la idea o la idea a la gente? "Entre" eso, más bien. En todo caso, si otra cosa sucedió no le importó al Juntapuchos, preocupado como anduvo por el mate y alguna factura que tardó en llegar.
Lo que le insiste al Juntapuchos es el eterno retorno del impulso que todos llamamos Emilio. Una y otra, vez un gesto que dice "Hay que crear" y una respuesta que insiste "Lo estamos haciendo". Gchú. es el costado de la ruta, una "rotonda", un corte. Un corte es siempre un desvío, inaugura o afirma otros recorridos. Como la hierba, Gchú. creció hasta construir una Gchú. en Arroyo Verde, que le llaman al lugar del Corte. ¿Qué pasa ahí? Más bien, el Juntapuchos se preguntará, como le gusta hacer, ¿qué pasa por ahí? Como todo corte, hace pasar y obstruye, una oportunidad para.
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++¿Paraná queda en Méjico? ¿Méjico queda en Argentina?

Los de abajo

Esta nota fue publicada por el diario La Jornada, de Méjico. Gloria Muñoz Ramírez es periodista, se fue en enero de 1994 a cubrir el alzamiento de los indígenas zapatistas del sureste mejicanos. Y parece que bucear una noticia, a veces, lleva 12 años. Hoy convive con las comunidades y acompaña sus proyectos de comunicación. Presentó el año pasado en Paraná "20 y 10, El Fuego y la Palabra".

Por GLORIA MUÑOZ RAMIREZ

LA OTRA CAMPAÑA cruza las fronteras mexicanas, baja a la Argentina, y en un rinconcito del este de Paraná, en la provincia de Entre Ríos, encuentra uno de sus mejores reflejos. Se trata de una declaración realizada por un grupo de huerteras y huerteros que se manifiestan por la construcción de un cordón verde, ecológico, creativo y sustentable.

CON UNA CLARA alusión a la otra manera de hacer política impulsada desde abajo y a la izquierda por los zapatistas en México, este grupo de hombres y mujeres de Paraná anunció la puesta en marcha de su otra campaña, que consiste en salir a preguntar a los vecinos de esta ciudad entrerriana "cómo queremos nuestra ciudad, cómo estamos ahora, cómo hacemos lo que queremos, si queremos producir alimentos sanos y queremos consumirlos o depender cada vez más de la importación de alimentos modificados genéticamente..."

LOS ORGANIZADORES, GENTE de los colectivos La Casita del Huertero, Foro Ecologista de Paraná, Colectivo Resistir Construyendo, Radio Cualquiera y Centro Cultural La Hendija, se organizan y se rehúsan a repetir viejas prácticas políticas que no toman en cuenta a los de abajo.

DESDE HACE TIEMPO, huerteras y huerteros del este de la ciudad, jóvenes aprendices de la tierra, enseñadores y docentes, artistas, trabajadores y trabajadoras se reúnen en La Casita del Huertero para resistir y construir su sueño. Las condiciones para este sueño ya existen y están en el cordón verde que aún rodea a la ciudad de Paraná hacia el este, donde se producen alimentos orgánicos, pero que ahora está en peligro de desparecer por la reforma del nuevo Código Urbano de Paraná, que habilita el loteo de este territorio. La especulación ha comenzado y ya algunas tierras han sido compradas para construir barrios sin ningún criterio de sustentabilidad. Pero eso, dicen en Paraná, "puede ser muy diferente, de otra manera".

Y ESA "OTRA MANERA" comenzó con las consultas de diciembre y enero, preguntando a la gente "cómo estamos ahora, qué queremos hacer y cómo lo hacemos". Pero falta mucho todavía, dicen, y esa es la tarea de su otra campaña que arrancará el 25 de febrero con un festival cultural en La Casita del Huertero.
HAY MUCHAS MANERAS de ser zapatista en el mundo, pero hay una en particular que estremece a cualquiera que tenga el corazón del lado izquierdo. Hay luchadores que, probablemente sin haber ido alguna vez a Chiapas, son fiel espejo de esta lucha por la dignidad. Es el caso de esta otra campaña en Paraná que, al igual que los zapatistas en México, emitió su Declaración de huerteras y huerteros.

"ESTA NUESTRA PALABRA de ahora nace de los años y de la tierra... Esta palabra, silenciosa mientras nacía, es hoy nuestro impulso, y ya puede serlo de cualquiera. Estamos dando un paso y lo queremos caminar con todas y todos quienes sospechan que no hay peor mentira que aquella de 'no hay otra manera de hacer las cosas'", dicen en Paraná y, seguramente, se escucha con alegría en algún rinconcito del sureste mexicano.

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++ La Universidad de Huácala responde

"Salgan al sol, idiotas"

A los hábiles periodistas y sociólogos que llenaron publicaciones los últimos 3 años preguntando, palabra más palabra menos, ¿dónde quedó todo aquello del 19/20 de diciembre, eh? ¿Dónde está esa gente de las asambleas, dónde quedó el Que se vayan todos, eh, eh? ¿Eh? Y nadie les respondía, pobres periodistas y sociólogos que, pensando que se estaban quedando sordos, consultaron a la Universidad de Huácala. Aquí, la UH les responde.

Sres.:

Su tarea es más bien la administración de los números: cuánta gente, cuántos desiveles, cuánta vergüenza. Su topología está más clasificada que un piso de parquét. Preguntan ¿Dónde están? Y su pregunta muere en el límite de las pantallas, las tapas de los diarios, la superficie de la Tierra.

Nada de eso le interesa a nuestra casa de bajos estudios. Las cantidades se miden por las fuerzas:

cantidad de fuerza expresada
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cantidad de fuerza pujante

Todo lo alto depende de lo bajo, los números y lo numerable depende de lo no cuantificable o aun no medido; su mapa se quedó en Tierras arrasadas, abandonadas, trincheras que ya no son, y ni se preocupan por mirar en los mares y el agua que corre bajo sus pies.